CAMBIAR DE BAÑERA A DUCHA: LA TRANSFORMACIÓN QUE TU BAÑO NECESITA
El baño es un espacio fundamental en cada vivienda, y su funcionalidad y estilo juegan un papel crucial en nuestra vida diaria. Si estás buscando darle un cambio y revitalizar tu baño, cambiar tu bañera por una ducha, puede ser una decisión inteligente y transformadora.
En este blog te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre este cambio. ¡Acompáñanos!
POR QUÉ CAMBIAR DE BAÑERA A DUCHA
ESPACIO: El hecho de cambiar una bañera por una ducha puede liberar espacio y convertir tu baño en un espacio más amplio y accesible.
SEGURIDAD: Las duchas ofrecen un nivel de seguridad mayor que las bañeras, especialmente en niños pequeños o en gente mayor o con dificultades de movilidad.
ESTILO Y MODERNIDAD: Las duchas pueden modernizar tu baño y embellecerlo, ya que es un elemento de tendencias más modernas y actuales.
PLANIFICACIÓN Y DISEÑO
POR QUÉ CAMBIAR DE BAÑERA A DUCHA
DESMONTAJE DE LA BAÑERA: Contrata un profesional que se encargue de esto. Contará con un equipo de herramientas de trabajo y apagará los suministros de agua, cortará o desmontará la bañera y por último eliminará los escombros que queden en la zona.
PREPARACIÓN DEL ESPACIO: A continuación, se pasará a comprobar que las paredes y el suelo estén bien ubicados, si existe algún daño se reparará. Por último, el fontanero se asegurará de que el desagüe esté en buen estado y alineado con la ducha
INSTALACIÓN DE LA DUCHA: El fontanero comenzará colocando la base de la ducha, instalando los paneles y las paredes de la ducha, conectando los grifos o sistemas de funcionamiento y aplicando los sellados finales.
PLANIFICACIÓN Y DISEÑO
Una vez que has completado la instalación de tu nueva ducha, es esencial darle mantenimiento correctamente para asegurar su durabilidad y funcionamiento óptimo. Aquí tienes algunos consejos para el mantenimiento y cuidado de tu ducha:
LIMPIEZA REGULAR: Establece una rutina de limpieza para evitar la acumulación de suciedad. Cambiar de bañera a ducha hará que la limpieza sea más fácil.
EVITA EL USO DE PRODUCTOS AGRESIVOS: No utilices limpiadores ácidos o abrasivos, ya que pueden dañar la superficie de la ducha. Opta por limpiadores específicamente diseñados para baños.
ATIENDE LOS DESAGUES: Comprueba periódicamente los desagües para asegurarte de que estén libres de obstrucciones. Limpia los filtros y retira pelos u otros objetos que puedan obstruir el flujo de agua
REVISA LAS JUNTAS Y SELLADOS: Inspecciona regularmente las juntas y sellados alrededor de la ducha. Si observas signos de deterioro o desgaste, repáralos o reemplázalos para prevenir filtraciones.
MANTÉN LOS ACCESORIOS EN BUEN ESTADO: Limpia regularmente los grifos, cabezales de ducha y otros accesorios para evitar la acumulación de cal y mantener su funcionamiento óptimo.
EVITA GOLPES E IMPACTOS: Ten precaución al colocar objetos dentro de la ducha para evitar golpear las superficies y accesorios, lo cual podría causar daños.
¡Atrévete a dar el paso de cambiar de bañera a ducha y experimenta la maravillosa transformación que tu baño necesita!